Manuel

El apartamento era muy bonito, a nosotros nos tocó la buhardilla con su artesonado de madera y ventanas corredizas de techo, muy confortable y bien equipado. La ventana daba a una iglesia románica cantábrica preciosa mostrando una estampa muy pintoresca y propia de la zona.
Un buen lugar muy tranquilo, muy recomendable también para bici y paseos por el campo.